Entrevista a José Capmany Francoy

José Capmany Francoy es un prestigioso investigador, líder del grupo Photonics Research Labs del iTEAM, que atesora una multitud de premios y distinciones. Entre estos reconocimientos se encuentran el premio Rey Jaime I de Nuevas Tecnologías, el Premio Nacional de Investigación Leonardo Torres Quevedo o el Premio de Física de la Real Sociedad Española de Física – Fundación BBVA. Además, durante el periodo 2002-2016 fue director del iTEAM. En abril de este año recibió su segunda ERC Advanced Grant. Hemos hablado de éste y otros hitos de su trayectoria en esta entrevista.

¿Qué momentos de tu carrera recuerdas de manera especial?

En 2005 conseguimos constituir legalmente el iTEAM, hasta entonces toda la investigación se hacía a través del departamento. Con esto conseguimos espacios y laboratorios para trabajar.

Con todo ello nuestro grupo ha ido evolucionando y hemos llegado a ser alrededor de 50 personas, de las cuales muchos investigadores que se formaron conmigo han desarrollado sus líneas de investigación independientes.

Desde el punto de vista de la investigación, con la concesión de los primeros proyectos europeos de gran relevancia, cerca del 2004, fuimos consolidando infraestructura y equipamientos. Entre ellas, las primeras ERC Grants, otorgadas tanto a Ivana Gasulla (ERC Consolidator Grant) (Photonics Research Labs-iTEAM) como a mí (ERC Advanced Grant). Fue un hito importante porque eran las primeras concedidas al personal propio de la UPV (Universitat Politènica de València), las cuales nos dieron visibilidad y nos permitieron contratar a más personas, así como crear empresas.

En 2011 surgió VLC Photonics, también gracias al impulso de Pascual Muñoz, y en 2020 fue adquirida por el grupo HITACHI. Esto es la muestra de que con tecnología hecha aquí se pueden desarrollar empresas de deep tech interesantes, que puedes hacer crecer tú o hacer un exit y que alguien con interés las compre.

En 2019 lanzamos iPronics como resultado del trabajo surgido de la primera ERC Advanced Grant, fuimos desarrollando un concepto y tecnologías nuevos, patentes… Es una empresa que está creciendo, tiene inversoras y alrededor de 30 personas contratadas. Es una gran satisfacción crear una empresa que proporciona trabajo adaptado al nivel de los titulados, que trata temas interesantes y demanda doctores.

Y, finalmente, es muy difícil conseguir una ERC Advanced Grant, dos… es casi como conseguir la cuadratura del círculo.

¿Qué recuerdas de tu etapa como director del iTEAM?

Recuerdo la puesta en marcha, la estructura inicial que había con los grupos del departamento, establecer una forma de operar internamente que respetaba la autonomía de los grupos. Fue un desafío pasar de un entorno con grupos separados hasta finalmente conformar un instituto. Conseguir crear una gestión interna eficiente y proteger a la gente que estaba, conseguir recursos y espacios por parte de la universidad. Conseguimos que el iTEAM se posicionara el primero en indicadores de investigación de los institutos propios de la UPV.

Como referente en el campo de la fotónica, ¿qué consejos podrías darles a las generaciones que llegan?

Un consejo, que quizá no sea muy popular: tener paciencia. Es necesario invertir mucho tiempo en leer, estudiar… sabiendo que no vas a recoger frutos al principio. A los doctorandos y postdoc les incido mucho en el hecho de que tienen que crear su propia biblioteca, tienen que aprovechar todas las oportunidades que tengan para viajar, hacer networking. Aunque parezca una castaña tener que irte fuera, las relaciones que haces en los congresos, te abren caminos.

Otro consejo, que tampoco sé si será muy popular: es mejor tener pocos artículos o papers, pero de calidad y que se centren en problemas que sean desafiantes. Hoy en día el sistema de publicación es tal que podrás acabar con cientos de artículos publicados, pero mi consejo es que cuando elijas los problemas, lo estés haciendo como parte de un pequeño plan estratégico. Preguntarte, ¿por qué es bueno solucionar este problema? ¿Qué quiero hacer y a dónde quiero llegar? Puedes publicar dos papers al año y que sean muy buenos, y con eso será suficiente. No meternos presión con que hay que publicar. La clave es ser constante, como una hormiguita.

¿Cuál es tu motivación para seguir haciendo lo que haces cada día?

Me encanta la parte técnica de lo que hago, leer, seguir descubriendo cosas… Reconozco que tengo muy poco tiempo desde el lanzamiento de iPronics y dedico mucho esfuerzo a gestionar, aunque es una parte de mi trabajo totalmente necesaria. La posibilidad de quedarme una tarde leyendo es lo que me ha gustado siempre y me va a seguir gustando.

También me gusta mucho formar. Ver el proceso formativo de una persona es muy satisfactorio, desde que llega a ser doctor o cuando permanece de posdoctor. Siento que la formación de posgrado es más personalizada.

¿Por qué estudiaste ingeniería en telecomunicaciones y continuaste con la física?

No soy vocacional, pero era la ingeniería que más me atraía. Siempre me ha gustado mirar la caja negra, qué es lo que hay dentro. Como el campo de la fotónica se compone mucho de física, me decidí a hacer la licenciatura con 43 años. No es lo mismo estudiarlo a esa edad, porque el grado de madurez ayuda y es otra fase en la vida. Hay gente que no lo hace, pero a mí me apetecía en ese momento y me puse con ello.

¿Qué referentes has tenido a nivel personal o profesional que crees que han influido en tu carrera?

Personalmente, creo que mi abuelo. Él era una persona muy parecida a mí. Me compraba libros cuando estudiaba la carrera y me daba consejos. También he tenido mucha suerte con mis mentores, mis directores de tesis. Otros ejemplos son científicos del campo de la fotónica como Dietrich Marcuse, David Payne (inventor del amplificador óptico) con quien coincidí en la universidad de Southampton o Amnon Yariv, de Caltech. Han sido una referencia importante.

La profesión de investigación, es muy bonita, tiene muchas recompensas, y a la vez requiere una disciplina personal fuerte porque es muy exigente mentalmente. Para quien quiera investigar: hazlo bien, siempre conservando los pies en la tierra, sin descuidar la salud física y mental. Puedes pasarte horas y horas trabajando, y si algo no resulta, el grado de frustración puede llegar a ser muy alto. Ser investigador es una carrera muy apasionante, pero hay que desarrollarla con equilibrio. Es lo más importante.